8 de febrero de 2018

Hoja de roble

-Imagen tomada de la red-

Miró incrédula a la rama
y a viva voz preguntó:
¿Cómo es posible
que aquí abajo me encuentre,
desunida de ti, y entre
la muerta hojarasca me quede
sin aire que me lleve?
Y el roble simplemente suspiró sereno:
Es ley de vida que así sea.

Más la pobre hoja desprendida
no podía asumir su desdicha
y volvió a hablar ahora quejumbrosa:
No puedo quedar aquí en el olvido.
Tierra poblada de secas hojas
en ellas te contemplo,
como a ese cielo tan azul
que hace que sienta ganas de llorar.
Imploro al viento que venga,
que me eleve y me lleve a otro lugar,
lejos de tu presencia desleal.
Porque unida a ti estaba
procurándote alivio y vida
y ahora aquí nada soy ya.

Pero el roble calló imperturbable.
El aire no compareció
y la hoja día a día fue secándose
mirando al roble y llorando celeste cielo.

Pasó el tiempo y en humus se transformó.
Nunca supo que su sino era ese:
acabar siendo una con Madre Tierra.

-Verónica Calvo-

(29 de septiembre de 2012)

35 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Este poema fue publicado en este blog el día 29 de septiembre de 2012.
Ha sido estudiado en distintos colegios por alumnos de primaria en España.
Aquí podéis leerlo en el blog "Mi clase y yo":

http://laclasedepaki.blogspot.com.es/2012/09/historia-de-una-hoja-de-roble.html

neuriwoman dijo...

Enhorabuena por tan maravilloso poema. Una delicia leerte de nuevo.

lunaroja dijo...

Un exquisito trabajo poético y a la vez educativo, el ciclo vital de la naturaleza en todo su esplendor.
Un beso y toda mi admiración!

Verónica Calvo dijo...

Y una alegría volver a verte, Neuriwoman.
Gracias por pasar y por tu tiempo en leer este viejo poema.

Abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Muchas gracias, lunaroja.
Sobrepasada por tus palabras.

Besos, Ale, y mil luciérnagas.

lichazul dijo...

es un texto entre poema y narrativa
podría continuar pues tiene aristas para desarrollar
felicidades Verito

muakkk :)

Pitt Tristán dijo...

¡Qué belleza en este lamento por la pérdida! Son tus versos una hebra de seda, fina pero resistente, que vibra con el movimiento preciso.

Eres un amor, Vero. Besos.

Verónica Calvo dijo...

En su día quise que fuera una fábula versalizada pero se acepta que parezca una prosa, pues la fábula puede ser lo uno o lo otro.
Nunca he sido de poemas largos, Elisa, pero siempre se puede desarrollar todo.
Gracias por tu opinión, revisaré pues todo aporte es bienvenido.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Tú si que eres un amor, Pitt, tantos años ya y sigues dándome ánimos.

Besos grandes (enormes).

Maite dijo...

...y ser alimento de la nuevas hojas en primavera.
Precioso, Verónica. Me encanta. No me extraña que lo estudien en en cole.

Hay varios cuentos que solía leerles a mis hijos cuando eran pequeños:

Las flores de Ida, de Andersen y ¿Por qué algunos árboles no pierden las hojas en invierno? de Florence Holbroock.

Me lo voy a guardar.
Besossss

Verónica Calvo dijo...

Maite, muchos niños y niñas me escribieron tras estudiarlo. Ni te imaginas qué alzada de moral me inyectaron y qué capacidad de análisis y reflexión tienen.
Bueno, tu sí lo sabes.

Las flores de Ida, de Andersen, lo he leído y tal vez sea cosa mía, pero tiene algo inquietante. Me gustó. El otro lo anoto.

Besos y muchas gracias!!!

Rafael dijo...

Es un excelente trabajo poético y pedagógico, felicidades.
Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Muchas gracias, Rafael.
Para mi fue muy gratificante que se interesaran en este poema varios colegios para ser estudiado y los comentarios de los niños, emotivos y para comerlos a besos.

Abrazo.

José Valle Valdés dijo...

Sí, que es didáctico, amiga, y merece ser leído por quienes se están formados —y otros mal formados—. Te felicito.

Abrazos

Verónica Calvo dijo...

Me has sacado una sonrisa de oreja a oreja con eso de "otros mal formados", Pichy.
Muchas gracias por tus palabras.

Abrazo.

Luján Fraix dijo...

Es un gran poema Verónica, diferente a los que escribes ahora. Uno va cambiando con el tiempo me parece pero no deja de tener su esencia. Lo del colegio para mí es maravilloso, es único, mi primer librito, a pesar de ser humilde, estuvo en clases de lengua y literatura. Yo eso lo valoro tanto.
Es una manera de dejar huella y que lo tuyo vale, enseña, ayuda a superarse...

Un beso

Pd Gracias por el consejo que le dejaste a Maite, viniendo de ti me siento más segura.

Cariños

Verónica Calvo dijo...

Querida Luján, no me tienesxque dar las gracias. Yo deseo que disfrute la lectura tanto como yo la disfruté.

Este tipo de poema no lo considero mi estilo. A veces me reto a escribir poemas que para nada tienen que ver conmigo en su forma.
Por eso has notado que es diferente.
De todas maneras es cierto que vamos cambiando. Es ley de vida y menos mal... te imaginas siempre igual, como adheridas y pegadas a la no evolución???

Sí. Sé que tu obra ha sido estudiada, así que sé lo que se siente. Que algo tuyo llame la atención y sea estudiado se me escapa de las palabras para definirlo. Queda sobre todo, la gratitud.

Besos y gracias por leer este poema.

P MPilaR dijo...

Excelente punto de reflexión
Para escolares y no tanto!
'deviene el roble
en sombra
y fuerza vital'

Carmen Silza dijo...

Excelente trabajo Veronica en honor a esa hoja de roble.
Muy bueno este poema con un punto mágico.
Feliz tarde.
Abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Acertadísima definición del roble, María Pilar.
El roble es sabio y mágico.
Gracias por tus palabras.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

Muchas gracias, Carmen.
Sí, el roble es mágico. A mi me fascinan.

Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Me siento como esa hoja de roble.
El poema es una preciosidad.
Te felicito.
No me extraña que se haya divulgado tanto.

Besos.

Marian Ruiz dijo...

En calidad de hoja de roble, te doy las gracias, amiga mía. Tus poemas de ahora han crecido y, aun así, este paralelismo que podemos advertir en este entre la humilde hoja y el humilde humano es extraordinario, mismas inquietudes y demandas, misma fatiga existencial cuando la madurez va siendo un hecho. Vale la pena que lo lean en todos los colegios del mundo.

Gracias, poeta. Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Muchas gracias, Toro Salvaje.
Muchos niños también se identificaron con la hoja.

Bss.

Verónica Calvo dijo...

Somos hojas aspirantes a robles, Marian.
Y yo te agradezco que una vez más, hayas leído y comentado el poema.

Abrazo, Marian.

LA ZARZAMORA dijo...

Parece un cuento, y es precioso.
El conjunto bien merecía ser leído y apreciado.
Y además, por su calidad, estudiado.
Enhorabuena, y mil besos, Corsaria.

Sergio dijo...

Un poema, un cuento, una reflexión filosófica. Me encanta cuando rompes las barreras de tu propia poesía y sin embargo sigue siendo eso, poesía. De alto nivel. Buen fin de semana.

Verónica Calvo dijo...

Muchas gracias, Eva, por apreciarlo y por todas tus palabras y momentos.

Besos, mi querida Corsaria Rebelde!!!

Verónica Calvo dijo...

Agradecida, Sergio.
Y sobrepasada.

Buen finde.

fany sinrimas dijo...

Verónica, es un poema precioso, sencillo en la forma y profundo en su mensaje.Todos podemos ser útiles en el lugar que la vida nos asigna. Las hojas que decimos muertas son abono para que el árbol siga con vida. Una sabia metáfora que nos ofrece la Naturaleza.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Humus para Madre Tierra que derrama abundancia. Sabía savia.

Precioso.

Besos. Buen finde. LDV.

Verónica Calvo dijo...

Así es , Fany, nada se pierde y todo y todos somos útiles en esta cadena.
Me alegra que te haya gustado.

Abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Madre Tierra es generosa.
Sigue siéndolo pese al maltrato.
Todos humus al fin y al cabo.
Gracias, Lirio del valle.

Buen finde y besos.

Rosa dijo...

Nueva savia. Somos uno.
Con tu permiso, lo guardo y lo leeré.

¡Muchos besos!

Verónica Calvo dijo...

Claro, Rosa.
Hay anticopia por lo que si tienes problemas, te lo mando.

Besos y gracias.